Capitulo IV

Las librélodas, seres de Apürk, se dedican gran parte de su vida a leer todos los libros que llegan a Apürk. Es tal el deseo por leer todo, que incluso viajan tres noches cada mes de cada año, al mundo real, cruzan el límite de la imaginación, ocupando un espacio en el mundo de los hombres. En este corto tiempo, recopilan los mejores escritos de los hombres, es por eso que, si se pierde algún libro en el mundo real, no está extraviado, no, está en Apürk, en las manos de alguna Libréloda.

Estos bellos seres, ellas, son de estatura pequeña, portan anteojos, son delicadas y dulces, inquietas por el saber; hablan mucho, sobre todo cuando quieren comentar alguno de los libros que han leído

En algún lugar de la imaginación, existen bellos seres, que leen, lo que tú no lees...